Tegucigalpa – Las consecuencias económicas de la enfermedad conocida como fiebre del chikungunya comienzan a ser preocupantes y alarmantes en el país debido a que cada día crece más el número de personas afectadas, principalmente los trabajadores que se incapacitan hasta por semanas.
*La ministra de Salud, Yolany Batres, no descarta que se declare una emergencia porque las cifras pueden ser “catastróficas”.
*Fuentes ligadas a la Asociación Hondureña de Maquiladores estiman que el ausentismo en las empresas puede alcanzar hasta el 20 por ciento.
*El chikungunya ya cobró la primera víctima en Honduras, un menor de 23 días de nacido.
Uno de los sectores más afectados por la epidemia es el de la maquila, localizada mayormente en la costa norte del país, específicamente en los municipios de la zona metropolitana del Valle de Sula.
Números alarmantes
Aunque la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM) declinó brindar detalles sobre una encuesta aplicada por las empresas afiliadas sobre los problemas que enfrenta debido al ausentismo laboral provocado por el dengue y la chikungunya, una fuente ligada a la industria confirmó que los números son alarmantes lo que pone en dificultades a las factorías agremiadas en esa organización empresarial.
La fuente indicó que se estima que el ausentismo ha llegado en ocasiones hasta un 20 por ciento en las fábricas, ya que varios empleados retornan luego de padecer de la enfermedad, pero al mismo tiempo, otro grupo cae afectado y así está ocurriendo ese círculo vicioso que no puede ser controlado por las autoridades sanitarias debido a la falta de voluntad de los habitantes de los lugares más afectados para destruir los criaderos del mosquito que transmite el virus.
Esta enfermedad no solamente está afectando la actividad industrial y comercial, sino que también hay ausentismo en las aulas de clase por lo que un intenso operativo de fumigación, destrucción de criaderos y limpieza se realizó ayer sábado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en 14 edificios donde circulan un aproximado de 50 mil estudiantes.
En el operativo participaron estudiantes de diferentes carreras como microbiología, lenguas extranjeras, trabajo social, enfermería y el personal de mantenimiento.
La fiebre de chikungunya es una enfermedad transmitida por un virus del mismo nombre, contagiada a través de la picadura de un mosquito infectado, que provoca un cuadro febril agudo, que habitualmente se resuelve sin complicaciones.
El agente transmisor son los mosquitos del Aedes Aegypti y el Albopictus.
Los principales síntomas que provoca esta enfermedad son la fiebre muy elevada y la inflamación dolorosa de las articulaciones. Las personas afectadas presentan un decaimiento muy importante, similar a una gripe, que les obliga a permanecer en reposo durante aproximadamente una semana. El tratamiento es sintomático ya que no existen fármacos concretos para eliminar al virus responsable.
Guías de manejo
Ante los índices alarmantes y preocupantes del chikungunya, la propia ministra de Salud, Yolany Batres, no descarta que se declare una emergencia sanitaria debido a que la estrategia para controlar la enfermedad no ha dado los resultados esperados por la muy poca colaboración de la población para eliminar los criaderos y las cifras pueden ser “catastróficas”.Es por esa razón que con el fin de darles una mejor atención clínica a los pacientes afectados por la fiebre del chikungunya, la Secretaría de Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han presentado recientemente una guía de manejo de la enfermedad la que está siendo entregada a todo el personal médico del país.
Batres explicó que la guía contiene los antecedentes de cómo ingresó la enfermedad, cuáles son los síntomas que se tienen que buscar, de qué manera se lleva el diagnóstico y cómo se trata la enfermedad.
El documento es una guía para todos los médicos, el que les ayudará a determinar si el paciente es portador de la chikungunya u otra enfermedad y así evitar que el país tenga pérdidas económicas por esa relativamente nueva enfermedad.
Pérdidas económicas
La representante residente de la OPS en Honduras, Ana Treasure, advirtió que “si no hacemos lo que tenemos que hacer a nivel del hogar, vamos a tener problemas con el chikungunya que trae incapacidad y que trae ausentismo, vamos a tener serios problemas económicos a el país sino trabajamos en él rápidamente”.Los datos más recientes de la Secretaría de Salud, ofrecidos el fin de semana reflejan que en el país los casos de chikungunya suman más de 12 mil diagnosticados, aunque los especialistas advierten que existe un sub-registro de las personas que no acuden al hospital o al centro de salud.
El viceministro de Salud, Francis Contreras, confirmó que en los primeros dos meses del año se contabilizan 12 mil 90 casos a nivel nacional. El promedio mensual actual es de tres mil 379 casos. El incremento en el promedio mensual alcanza el 150 por ciento.
Agregó que la situación refiere a que en tan solo dos meses de este año, la cantidad de casos supera con creces los presentados en cuatro meses de 2014.
De su lado, el director de Servicios de Redes de la Secretaría de Salud, Billy González, indicó que con esta enfermedad las escuelas, centros de salud, empresas, centros industriales y comerciales pueden verse muy afectados porque su personal puede estar enfermo e incapacitado.
En ese sentido, aseveró que existe un plan específico contemplado para el Valle de Sula, una de las zonas muy afectadas por la incidencia de la chikungunya.
Un país afectado
El viceministro Contreras apuntó que la fiebre chikungunya ya está presente en 16 de los 18 departamentos del país, a excepción de Gracias a Dios e Islas de la Bahía, aunque aclaró que en algunas de esas provincias sólo se reportan dos o tres casos.Las zonas más afectadas por la chikungunya son los departamentos de Choluteca y Valle así como las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Indicó que por ser una enfermedad nueva, se espera que los brotes sean mayores por lo que es importante llevar un registro de los casos porque la enfermedad solamente afecta a las personas una vez, pero hay un sub-registro y las cifras pueden ser ascendentes. “Es una enfermedad nueva sobre la que no tiene defensa la población, en su cuerpo no existen defensas y las probabilidades de que el chikungunya se expanda rápidamente son mayores”, advirtió.
Inversión y poca colaboración
La Secretaría de Salud ha hecho una inversión muy fuerte y se han contabilizado compras arriba de los 100 millones de lempiras para adquirir insecticidas y larvicidas, dinero que no se estaría gastando si hubiese una mayor colaboración de la población al eliminar los criaderos.
En ese sentido, se recomienda a la población lavar bien las pilas al menos una vez por semana, así como colocar la untadita que es una mezcla de cloro y detergente que se deja actuar por 15 minutos, eliminar latas, llantas, botellas o cualquier recipiente que acumule agua, cambiar el agua de los floreros, mantener limpias las viviendas, además de la limpieza en los solares.
El subcomisionado de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Carlos Cordero, aseguró que ese organismo está dando un apoyo directo a la Secretaría de Salud, orientado a mejorar la coordinación, dotar de mayores recursos logísticos y en ese sentido, cada una de las regionales de la institución están apoyando con equipo, almacenamiento y respaldo logístico a los grupos que están trabajando con la comunidad.
Aseveró que se han hecho campañas de limpieza y destrucción de criaderos y posteriormente se ha trabajado en la fumigación en algunos sectores y por eso hay sitios donde los operativos han dado algún resultado, pero las lluvias que se han presentado en enero y este mes han originado dificultades pues dejan áreas con cargas de agua y se vuelven a activar los criaderos de las larvas del mosquito.Recalcó que “lo que se requiere es el compromiso de cada uno porque hay muchas personas que hasta que llegan las brigadas a trabajar en la limpieza, incluso quedan viendo como los voluntarios les limpian la casa, las aceras y las alcantarillas”.
En iguales términos, se expresó la directora del Programa Nacional del Dengue, doctora Karla Yadira Rosales Pavón, quien cuestionó que las autoridades sanitarias están haciendo todo los que les corresponde como fumigar, algo que no deberían hacer, porque la eliminación de los criaderos debería ser una labor de las amas de casa y de toda la familia ya que el virus está circulando y mientras esa situación se mantenga se van a continuar presentando casos.
“No nos vamos a cansar de decirles que la eliminación de criaderos es el cuello de botella, el problema en sí que nosotros tenemos”, apuntó la funcionaria quien criticó la actitud de algunas personas que en determinado momento ya no quieren que el abate permanezca en la pila y lo sacan y así el combate a la enfermedad no va a funcionar pues es como darle pastillas a un enfermo y no se las tome.
Aseveró que el Bacillus Thuringiensis Israelensis (BTI) que se está entregando para colocar en las pilas tiene grandes propiedades lo que se comprueba cuando se ponen la cantidad recomendada en los recipientes donde hay miles de larvas las que comienzan a morir inmediatamente, aunque es un producto caro.
Refirió que el dengue y la chikungunya son enfermedades de ambiente y en su combate son responsables todos, el ama de casa, el niño, el esposo, la iglesia, el alcalde, los militares y por lo tanto en los municipios se han conformado mesas sectoriales al que se puede sumar todo el que quiera hacerlo, pero obligatoriamente el líder tiene que ser el alcalde.
La presencia del virus del chikungunya se confirmó en el país en octubre de 2014.
