Concluye la primera oleada de extraditables

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Tegucigalpa – Honduras concluyó su primera oleada de extraditables ligados al narcotráfico como parte de su política antidroga que por primera vez cobra fuerza en esta materia al desarticular importantes bandas de grupos de transportistas que sirven como operadores para mover la droga de influyentes carteles mexicanos y colombianos, como sus socios principales.
 

La extradición de José Inocente Valle Valle, su esposa Marlen Griselda Amaya, junto a Héctor Emilio Fernández, alias “Don H” o “El Copaneco”, es sólo el cierre de una primera oleada de extraditables que comenzó con Arnaldo “El Negro” Lobo, en mayo de 2014.
 
Considerado un transportista que movía droga para carteles colombianos como el de Los Urabeños, así como algunos mexicanos, Carlos “El Negro” Lobo pasó de ser un trabajador en la marina a convertirse en un próspero empresario con una riqueza estimada en unos 500 millones de lempiras, según informó la Oficina de Bienes Incautados (OABI).
 
Su captura se produjo en la norteña ciudad de San Pedro Sula, a 240 kilómetros de la capital, mientras se aprestaba a comprar en una panadería.
 
Los movimientos de Lobo
 
Fuentes antidroga indicaron que Lobo era un transportista de droga muy escurridizo y que en la zona donde se le capturó tenía otras propiedades cercanas, unas estaban conectadas entre sí y eso le permitía moverse con facilidad al usar distintos tipos de carro para despistar a las autoridades.
 
Lobo se movía en casi todos los países centroamericanos más México y Colombia y una corte federal de Estados Unidos le condenó a 20 años que pueden ser reducidos a una pena menor en vista de que habría colaborado con las autoridades sobre los movimientos de los carteles del narcotráfico en este país.
 
chancleta23A la captura de Lobo, le sigue la de su lugarteniente, Juving Alexander Suazo, el único de los extraditables que ha sido enviado en un vuelo comercial, sorprendiendo a las mismas autoridades que participaron en su captura.
 
La extradición de “El Negro” Lobo y de Suazo fueron indicios claros de que el país y el gobierno estaban mostrando voluntad política para entrar a un problema que data en Honduras desde fines de los años setenta, tuvo un bajo perfil en los ochenta y los noventa para mostrar un rápido florecimiento entrado el nuevo siglo y milenio.
 
Florecimiento que se percibió no sólo con los bienes que le fueron incautados a “El Negro” Lobo, sino que asomó parte de su esplendor en el siguiente golpe a las drogas otorgado en la captura de los hermanos Valle Valle, un clan que asentó su imperio en el occidente hondureño.
 
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La opulencia de los Valle
Los hermanos Valle, Luís Alonso, Miguel Arnulfo y José Inocente, fueron un importante cartel con conexiones con bandas de narcotráfico en Guatemala y México. Ellos fueron considerados socios estratégicos del cartel de Chiquimula, en Guatemala, así como de otro narcotraficante a quien identifican como “El Tres Quiebres”, según revela la prensa guatemalteca.
 
Afincados en la región de El Espíritu, en el departamento de Copán, el cartel de los Valle se manejó con un bajo perfil en el país, eran famosos en la zona por sus alardes de riqueza, la prosperidad de sus fincas, sus refinados gustos de burgueses rurales y el gusto por los llamados narcocorridos, al grado que hicieron uno en honor al vástago de uno de los líderes del clan.
 
Previo a la extradición de los Valle, fue capturada en Estados Unidos, su hermana, Digna Azucena, considerada la operadora administrativa del cartel mexicano de Sinaloa en Honduras y algunos países centroamericanos.
 
La captura de Digna Azucena fue el preámbulo que siguió a la caída del cartel de Los Valle, cuyas riquezas en propiedades y dinero en efectivo, siguen aún sin cuantificarse al dejar entrever las primeras incautaciones que su fortuna era floreciente.
 
Casas, apartamentos, fincas, hoteles y otros centros comerciales en la región de occidente, en San Pedro Sula, en Omoa y en el atlántico son algunas de las riquezas que les han detectado y para dar más fantasía a su imperio hasta dinero en efectivo se les encontró luego de su captura en al menos 20 mulas que se presume serían usadas para cruzar la frontera con Guatemala, donde tenían algunos de sus socios estratégicos.
 
¿Cuántas caletas tienen los Valle? ¿Cuánto dinero se encontrará ahí? ¿Cuántos bienes más les serán descubiertos? Son interrogantes a resolver por las autoridades en el desmontaje de uno de los imperios que tenía al parecer un fuerte control de la zona del occidente, como parte de la división de plazas territoriales acordadas por los barones de la droga que operan en este país.
 
Con los hermanos Valle también fue extraditada la esposa de uno de ellos, Marlen Griselda Amaya, compañera de hogar de José Inocente, y a quien se considera cómplice del clan, según las autoridades estadounidenses.
 
Las conexiones de Don H
 
Del cartel de Los Valle, cae otra importante pieza en este negocio del narcotráfico en la figura de Héctor Emilio Fernández, conocido como “Don H” y considerado el operador más cerebral de los carteles de transportistas de droga del país.
 
Fernández, conocido también como “El Copaneco”, se le asocia en Guatemala con el capo Horst Overdick, también extraditado.
 
“Don H”, según los informes de las autoridades difundidos en la prensa local, era considerado por los grupos locales de transporte de droga como un hombre que logró independizarse y operar en el noroccidente del país con asiento en San Pedro Sula.
 
Hace tres años, una de sus casas fue incautada en la principal ciudad industrial del país y de acuerdo a la fiscalía antidroga se encontró un arma enchapada en oro, un cuarto blindado y camisas también blindadas. Con el tiempo, las armas con chapa de oro salieron de los museos mexicanos que mostraba la televisión de ese país, para volverse reales en las historias hondureñas.
 
El entonces jefe de la Policía Nacional, comisionado general Ramón Sabillón, dijo al momento de la captura de Don H -un golpe seguido al otorgado al cartel de Los Valle- que Héctor Emilio Fernández lloró y se deprimió al saberse capturado en una exclusiva zona de la residencial de El Hatillo, en la capital hondureña.
 
Héctor Emilio Fernández, se le asocia también, según fuentes de seguridad, como un importante eslabón en el transporte de droga del cartel mexicano de Los Zetas, siendo uno de sus socios importantes en Guatemala, Mario Ponce, un guatemalteco capturado y extraditado desde Honduras a Estados Unidos.
 
La actividad de “Don H” no es muy conocida hasta ahora, las autoridades aseguran que es un “pez grande” a nivel de operador y transportista clave de droga, pero al momento de su extradición, a diferencia de Los Valle y El Negro Lobo, se desconoce si llevaba una vida ostentosa en bienes inmuebles y otras actividades propias del narcotráfico.
 
En esta historia de extraditables hondureños, luego de una reforma constitucional para permitir su expatriación, algunos hechos marcan el cierre de esta primera oleada, entre ellos, el permiso de la justicia hondureña para que “Don H” se casara en prisión, la extradición de Juving Alexander Suazo en vuelo comercial y las confesiones hechas por algunos de ellos, en visitas hechas por grupos humanitarios, trascendió.
 
Concluida esta fase, el 2015 parece que no será distinto al año pasado, nuevas órdenes de extradición están en trámite y nuevos vuelos desde Estados Unidos están calentando sus motores.
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